Las realidades de Moebius por Hannah Morrissey

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En la película Moebius, el director, Gustavo Mosquera, usa una situación fantástica para comentar sobre una situación muy real. La película supone un tren desaparecido a fin de que represente las personas desaparecidas en Argentina durante los años 1970s y 1980s. En la película las líneas del subterráneo que separan a el mundo fantástico del mundo real se parecen a en Argentina cuando el gobierno separó a los ciudadanos de la verdad. Hay muchas partes en la película que expresan la relación entre lo real y lo fantástico además de la conexión entre la película y la historia. Mosquera tiene éxito en su meta al opinar sobre la Guerra Sucia en Argentina.

Primero, es importante que usted sepa información sobre la Guerra Sucia para que comprenda las conexiones. Después de un golpe de Estado en Argentina en 1976, una junta militar tomó el poder. El ejército obtuvo control de la prensa, las universidades, y los sindicatos (Argentina’s). El General Jorge Rafael Videla fue el líder de este grupo que quería establecer el orden. El Proceso fue un época de violencia en Argentina cuando el gobierno secuestró a todos los ciudadanos que apoyaban la oposición política. El gobierno torturó y ejecutó a muchas de estas personas (Norris). Los ciudadanos secuestrados se llamaban “los desparecidos” porque el gobierno nunca admitió ser culpable de las acusaciones.

En un esfuerzo final para ganar aprobación pública, la junta dio orden de iniciar la guerra para las Islas Malvinas. Fue un fracaso grande y letal para la reputación de la junta y para más argentinos. En 1983, Argentina eligió a Raúl Alfonsín, un civil. Esa elección fue el fin oficial de la Guerra Sucia y los ciudadanos querían respuestas y justicia. Alfonsín creyó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas que lanzó el informe Nunca Más. Las Abuelas de la Plaza de Mayo y Asociación Madres de Plaza de Mayo, organizaciones para ayudar a los desparecidos, han continuado buscándolos (Norris).

En la película fundamenta en la Guerra Sucia, el director de Moebius usa escenas con luces brillantes y movimiento rápido para establecer una relación entre el mundo real y el mundo fantástico. La velocidad es un factor importante en la cinematografía de la película. En la escena al final de la película cuando Daniel Pratt está en el tren desparecido, la acción de la película es muy lenta para representar una dimensión alternativa. El tren viaja a la velocidad del pensamiento y por eso el mundo real parece lento. Las dos dimensiones existen en el mismo tiempo, mientras la idea de velocidad se separan.

La luz es un factor importante en la relación entre lo real y lo fantástico también. En literatura y cine la luz está asociada con el conocimiento y la iluminación. En la escena cuando Daniel Pratt está en el tren desparecido, no hay mucha luz antes de que él hable con Mistein. Este momento es el momento de comprensión de la verdad. Por eso, el director de la película usa luz para separar el mundo real del mundo fantástico.

La tercera distinción entre las dos dimensiones en la película es el sonido. En varias escenas cuando el tren fantástico estaba cerca de la acción, la película era más silenciosa. En las escenas que estaban en el mundo real por completo, había ruido de fondo. Había ruidos de pasajeros, de anuncios, y de conversaciones. Al contrario, en el tren desparecido y cerca del tren desparecido, no había estos ruidos se detuvieron. El sentido de la audición es importante en las conexiones de las dimensiones.

La similitud más grande entre la película y la Guerra Sucia es que las personas pueden escuchar el tren desparecido pero no lo pueden ver el tren. Del mismo modo, los ciudadanos de Argentina no pudieron ver a los desparecidos pero los pudieron escuchar través de las familias y amigos de los desparecidos. Las familias y amigos fueron la voz de los desparecidos y la voz que pedía ayuda. Las personas oyeron a los desparecidos y el tren también, pero no vieron nada. Es una metáfora un poco abstracta, aunque es muy significativa.

Otra similitud importante es el papel del gobierno en la película y en la Guerra Sucia. A diferencia de la Guerra Sucia, el gobierno en Moebius no tuvo responsabilidad de la desaparición pero los dos gobiernos no querían proporcionar respuestas al público. El gobierno de la Argentina tuvo la información sobre los desparecidos pero no la reveló. El gobierno en la película, como el hombre viejo que descartaron Daniel Pratt, no sabía que había pasado; pero quería ocultar la situación. En ambos casos, los gobiernos no propusieron por la protección de sus ciudadanos.

Aunque Moebius parece una película abstracta, en realidad es una película con mucho significado histórico. Yo creo que las relaciones entre la película y la Guerra Sucia son indiscutibles. En las dos situaciones no hay finales oficiales porque muchas preguntas no tienen soluciones. En el fin de ambas, las personas desaparecen. El director creó estas similitudes a fin de que la película pueda criticar la dictadura de Argentina de una manera sutil. Gustavo Mosquera produjo un juicio critico de las políticas que fue aclamado tan pronto como los críticos vieron la película. Yo espero que la película genere conocimiento sobre la Guerra Sucia y que las personas ayuden en el movimiento para encontrar a las personas desparecidas restantes.

Obras Citadas

“Argentina’s Dirty War: Disappearing a Voice.” Testimonio and Argentina. Ohio State      University, n.d. Web. 10 Mar. 2015.

Moebius. Dir. Gustavo Mosquera. Perf. Guillermo Angelelli and Roberto Carnaghi.           Vimeo. Universidad Del Cine in Buenos Aires, n.d. Web. 10 Mar. 2015.

Norris, C. “Guerra Sucia.” Guerra Sucia: Argentina’s Dirty War. University of North      Carolina, n.d. Web. 10 Mar. 2015.

 

 

Moebius: Una reflexión histórica sobre gobierno argentino (Una revisión y una crítica por Graciela Edwards)

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La Guerra Sucia, también conocida como El Proceso de Reorganización Nacional o El Proceso, fue el nombre utilizado por el gobierno militar argentino para un período de terrorismo del estado en Argentina durante aproximadamente mediados de la década de los 1970 hasta mediados de los 1980. En 1975, las dictaduras de derecha del Cono Sur de América del Sur implementaron Operación Cóndor, también conocida como Plan Cóndor. Este fue una campaña de represión política y terror que implicaba operaciones de inteligencia y asesinato de opositores. El programa estaba destinado a erradicar la influencia y las ideas comunistas o soviéticas, y para suprimir los movimientos de oposición activos o potenciales contra los gobiernos participantes. Mientras hubo dictaduras militares en Argentina (Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola Leopoldo Galtieri, y Reynaldo Bignone; 1976-1983) treinta mil personas murieron o desaparecieron. En su película Moebius, Gustavo Mosquera utiliza el ejemplo de hoy en día de un tren que desaparece para explorar las desapariciones históricas, sumisión forzada, y el anonimato de los argentinos.

En Moebius, Daniel Pratt, un topólogo, es llamado por el sistema de subterráneos de Buenos Aires para resolver un problema poco común: uno de sus trenes, llevando treinta pasajeros, desapareció. Daniel debe localizar a su antiguo maestro, Hugo Mistein, diseñador del sistema, pero él no encuentra a nadie en su casa, aparte de una chica joven, Abril. Sin embargo, él encuentra los planes del sistema de trenes. Después de mucho pensar, Daniel descubre un número potencialmente infinito de conexiones en el sistema de metro. El tren que falta (y todavía se puede escuchar) existe ahora en la cuarta dimensión del espacio y el tiempo. A pesar de que las autoridades no pueden explicar el tren que falta, se ríen de la explicación de Daniel sobre la cinta de Moebius. La cinta de Moebius muestra la relación entre el mundo fantástico y el mundo real. El director utiliza efectos de sonido, la luz muy brillante, e imágenes de velocidad rápida para establecer esta relación. Cuando Daniel finalmente sube a un tren subterráneo y encuentra a su antiguo profesor, experimenta lo infinito.

La primera escena que refleja las condiciones de miedo en la dictadura argentina ocurre en el comienzo de la película. Un operador de metro recibe una llamada tarde en la noche. Uno de los trenes no se encuentra. El tren no se encuentra en cualquiera de las estaciones en el metro de Buenos Aires. El tren sólo tiene treinta personas, pero representa las treinta mil personas que el gobierno argentino secuestró. En una entrevista, el cineasta Gustavo Mosquera dice, “La dictadura militar no tenía ningún uso para los cineastas. Los artistas de cualquier tipo – periodistas, poetas, escritores, pensadores – habían ido desapareciendo. Treinta mil personas desaparecieron durante los tiempos militares así que mi familia me rogó que tuviera otra ocupación.” Esta extraña llamada en medio de la noche refleja las desapariciones repentinas de artistas argentinos. Desaparecieron sin previo aviso y nadie los ha encontrado, al igual que las personas en el tren que falta.

La siguiente escena importante ocurre cuando Blasi, el director general del sistema de subterráneos de Buenos Aires, descubre de los eventos de la desaparición del tren. Está furioso y le grita a todos, incluyendo a una mujer en el teléfono, Daniel, su asistente, un empleado del metro, y el conductor de un tren. Esta escena muestra el poder extremo de Blasi, similar al poder extremo de la dictadura en Argentina. Blasi verbalmente castiga e insulta a todos sus empleados para que nadie lo desafie a él. Los militares argentinos justificaban las armas, las drogas, el abuso, y la tortura para obtener inteligencia y creían que las desapariciones eran una manera de limitar la disidencia política. De esta manera, Blasi justifica el abuso verbal para forzar a otros a la sumisión y para prevenir disidencia.

El último paralelo se puede extraer en la escena final. En esta escena, el tren que falta es misteriosamente encontrado en una estación. No hay nadie en el tren. Al alcalde de Buenos Aires y sus burócratas no les importa cómo el tren desapareció o qué le pasó a la gente. Un representante de la Alcaldía dice, “Vamos a olvidar todo esto. Aquí no pasó nada.” Esto es muy similar a los vuelos de la muerte durante La Guerra Sucia y El Plan Cóndor en Argentina. Sin cadáveres, el gobierno podía negar fácilmente cualquier conocimiento de su paradero y las acusaciones de que habían sido asesinados. Tanto el representante de la Alcaldía en esta película y los militares argentinos del pasado intentaban encubrir los eventos como accidentes para que ellos pudieran mantenerse en el anonimato.

La historia termina cuando Blasi encuentra el cuaderno de Daniel en el tren que falta. No pienso que el final de la película sea feliz, pero pienso que es necesario. Esto demuestra que la gente puede encontrar la alegría y las respuestas, siempre y cuando trabajen juntos y no se rindan (como Daniel y Mistein). Pienso que la fantasía se puede utilizar para hacer un retrato crítico de la dictadura. El director logra su objetivo dando a conocer los delitos del gobierno de una manera sutil. Además, demuestra que aunque las dictaduras son muy poderosas, no son imposibles de derribar. Por eso, espero que esta película sirva como un recordatorio del pasado y un incentivo para hacer lo correcto. Nosotros, como Gustavo Mosquera y la gente de Argentina, debemos seguir luchando hasta que no haya más problemas con dictaduras violentas y derechos humanos.

 

 

 

 

 


 

Obras citados

 

Ratnikas, Algis. “Timeline Argentina.” Timelines of History. Web. 12 Mar. 2015.

<http://www.timelines.ws/countries/ARGENTINA.HTML>.

 

Templeton, David. “Vanished: Filmmaker Gustavo Mosquera.” MetroActive Movies.

Metro Publishing Inc., 12 Nov. 1998. Web. 12 Mar. 2015.

<http://www.metroactive.com/papers/sonoma/11.12.98/moebius-9845.html>.

 

Moebius: las causas y efectos de la Guerra Sucia en Argentina por Gramercy Bonilla

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Los ciudadanos de muchos países en América Latina han sido víctimas de la economía, crímenes contra la humanidad y las acciones de dictadores. Argentina es un ejemplo de un país que ha sufrido de esta manera. El entorno político en Argentina durante la Guerra Sucia ha creado un gobierno que no sólo ha oprimido a sus ciudadanos, sino también ha cegado la realidad de la sociedad. Esta situación está claramente representada en la película Moebius a través de la utilización de las matemáticas, el simbolismo y la caracterización.

Comenzó la Guerra Sucia en el año 1974 y terminó en el 1983 (Madres de Plaza de Mayo). Los dos grupos en conflicto en la guerra eran las guerillas (los liberales) y los militares en Argentina (los dictadores) (Wolfe). Las intenciones de los militares eran eliminar cualquier amenaza de revolución a fin de que no hubiera ninguna probabilidad a que ellos perderían su puesto y poder. La táctica que usaron para eliminar una revolución era eliminar a las personas con ideas e influencias liberales o revolucionarias (Wolfe). Como resultado, más de 10,000 personas “desaparecieron” de Argentina. El director de Moebius, Gustavo Mosquera R., utilizó el tren perdido para representar a las personas “desaparecidas” durante la Guerra Sucia.

Una de las ideas mas importantes en Moebius que representó a la sociedad durante la Guerra Sucia en Argentina es la tira Moebius- un objeto del mundo de matemáticas. La tira de Moebius es especial porque no es orientable como otros objetos que existen en el mundo; se ve como si tuviera dos lados hasta que uno se da cuenta que solo hay un lado (The Möbius Strip). Una escena en particular que introduce la idea del la tira de Moebius fue cuando el protagonista, Daniel Pratt, toca la tira en el refrigerador. Esta escena es necesaria para demonstrar la prefiguración en la película. Hacia el final de la película, Daniel Pratt descubre que el tren perdido está viajando en una tira de Moebius que es interminable. La tira de Moebius y el tren perdido es una metáfora de un ciclo de terror sin fin para las personas en Argentina durante la Guerra Sucia.

Otra escena que combina la fantasía del tren del metro que se perdió y las realidades de la dictadura Argentina fue la interacción entre Daniel y unos burócratas. Los burócratas representan el gobernó militar en Argentina durante la Guerra Sucia y esto se puede ver en sus actitudes sobre las personas dentro del tren perdido. Durante esta escena se puede ver que los burócratas están frustrados con la pérdida del tren pero también ellos tienen unas actitudes negligentes. Esta actitud se puede ver claramente en el burócrata que estaba fumando. El hombre fumaba profusamente hasta que preguntó “¿cuantas personas hay en el tren perdido?” El director del tren le dice que hay casi 40 personas. Inmediatamente, el burócrata no expresa ningún remordimiento por las víctimas del tren. El director de los trenes se da cuenta de su indiferencia de modo que todos lo pueden ver en su cara y expresión. Fue importante que Mosquera incluyó una escena con burócratas para ensañar que ellos no están conectados con las personas en la sociedad aunque son representantes de una institución publica.

La tercera escena que muestra la fantasía del tren del metro que se perdió y las realidades de la dictadura Argentina fue cuando Daniel estuvo caminando dentro del tren perdido. Antes de que Daniel encontró al conductor del tren perdido, él se pone a examinar la gente sentadas en el tren. Cuando yo vi esta escena, yo predije que la gente dentro del tren iban a estar enojadas, frustradas y violentas. Al contrario, la gente dentro del tren estuvieran tranquilas- como si alguien hubiera cubierto sus ojos. No se veía que la gente estuvieran en un estado de pánico. El director hace esto para conectar a las personas dentro del tren perdido a las personas en Argentina. Aunque claramente las personas en el tren están en un tren perdido, es difícil que ellos puedan reconocer su realidad. Eso no es su culpa porque hay elementos dentro y fuera del tren que han restringido la vista de la realidad. Del mismo modo, las personas en Argentina durante la Guerra Sucia se negaron a creer que las personas que apoyaron la guerilla que desaparecieron fueron asesinados (Argentina’s History and The Dirty War). En vez, pensaron que ellos se escondieron o se fueron del país.

En mi opinión, no dudo que el final de la película Moebius fue un final feliz pero sí era un poquito confuso. El final es feliz porque Daniel convence al conductor del tren perdido (el profesor) a detener el tren antes de que el tren chocara. El final es también confuso porque no sabemos qué es lo que el director de los trenes le dijo al empleado de los trenes. En mi opinión, es preferible que yo sepa exactamente las emociones del director sobre Daniel y el tren perdido. Adicionalmente, es incierto lo que le pasó a la niña Abril en la película. Yo quisiera saber qué impacto ella hizo en la vida del profesor. Sin embargo, yo pienso que a través de la fantasía sí se puede hacer un retrato crítico de la dictadura en esta película. Mosquera lo logra utilizando el drama y la imagen de la tira de Moebius.

Bibliografía

“Argentina’s History and The Dirty War.” Madres De Plaza De Mayo. 30 Sept. 2012. Web. 13 Mar. 2015. <https://madresdemayo.wordpress.com/the-dirty-war/>.

“The Möbius Strip.” The Möbius Strip. Web. 13 Mar. 2015. <https://www.math.hmc.edu/~gu/curves_and_surfaces/surfaces/moebius.html>.

Wolfe, Lisa. “COLD WAR ARGENTINA: THE DIRTY WAR.” The Cold War RSS. Web. 13 Mar. 2015. <http://www.coldwarstudies.com/2013/03/15/cold-war-argentina-the-dirty-war/>.

El Análisis de Moebius – Kevin Hopsicker

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La película Moebius, de Gustavo Mosquera, es una obra sofisticada que tiene paralelos con la Guerra Sucia en Argentina, la cual sucedió al final de los setentas y al principio de los ochentas del siglo XX. La película se concentra en la historia del metro desaparecido en Buenos Aires donde un hombre llamado Pratt está tratando de encontrarlo. Hay tres escenas, especificamente la conversación con los burócratas, la interacción entre Pratt y Mistein, y la escena final con Blasi y los burócratas, que representan la situación del gobierno en Argentina durante la guerra sucia y muestran la impotencia de la gente para cambiarla.

En la primera escena Pratt, el personaje principal, necesita darles una explicación a los burócratas para explicar su teoría del tren perdido. Pratt explica que las vías del metro han creado una vía infinita, como la cinta de Moebius. El tren puede reaparecer siempre y cuando el sistema permanezca infinito. Sin embargo, hay una posibilidad de un accidente tan pronto como el tren reaparezca. Los burócratas se pusieron muy defensivos después de que Pratt se lo dijo. Uno de los burócratas dice, “¿se cree que estamos escondiendo el tren?” mientras otro dice, “cuando entró el túnel que cruza el Maldonado, se convirtió en un barco y ahora navega a África.” Estas citas muestran que ellos no le creen a Pratt y piensan que su explicación es una fantasía. Se relaciona a la Argentina de la época porque las acciones del gobierno eran similares a una fantasía. “Según los datos de Amnesty International,” la guerra sucia “provocó más de 30 mil desaparecidos” en este periodo oscuro (La Guerra Sucia En Argentina). Mosquera usó la fantasía de la cinta de Moebius para crear una metáfora de la situación en Argentina: más de 30 mil personas desaparecidas no es más delirante que la cinta de Moebius.

La interacción entre Pratt y Mistein además enfatiza las personas desaparecidas y la impotencia de sus familias. En la escena, Pratt y Mistein están hablando de como la vía infinita se compara al mundo real. Pratt se pregunta si el mundo lo recordará a él y dice “no puede ser que todo se pierde.” A lo cual Mistein responde “ni los hombres ni el tiempo desaparecen sin dejar huellas . . . permanecen a nuestras almas.” Mientras que ellos están hablando, la cámara está en cámara lenta y se enfoca en Abril. Esto crea un efecto donde solo ella puede verlo en el momento. Pratt se quedará en su alma, al igual que los desaparecidos permanecieron en las almas de sus familias. Esta escena se relaciona a la Asociación Madres de Plaza de Mayo. La asociación consiste de las madres y abuelas de los desaparecidos quienes querían encontrar a su familia. “Inquietas, las Madres marchan cada jueves, se reúnen todos los martes y el tiempo no les alcanza” (Historias de las Madres). Como Abril en la película, las madres siempre recordarán a su familia, y lucharán por ellos hasta que vuelvan.

La escena final de la película representa el final de la guerra sucia. Al final de la película los burócratas y Blasi encuentran el tren desaparecido en una parada de metro. Los burócratas inmediatamente niegan que el evento haya ocurrido aunque Blasi tenga dudas todavía. Entonces, un burócrata mira a Blasi y dice “acá no ha pasado a nada.” No hay ninguna mención a las personas desaparecidas. Ellos ignoran el evento para que vuelva a la normalidad. Después que los hombres se fueron, en el tren Blasi descubre el cuaderno de Pratt en el cual escribió “vivimos en un mundo donde nadie escucha.” Él tenía razón en la película y por la situación de Argentina en el tiempo de la guerra sucia. Después de la guerra, muchos oficiales del gobierno fueron perdonados por las atrocidades que ellos habían cometido. Nadie fue encontrado responsable de la injusticia. La guerra es similar a la película porque nadie escuchó a Pratt o Mistein. Los burócratas pretendieron que los desaparecidos nunca existieron y continuaron viviendo sus vidas sin resolver el problema ni buscar a las personas. En efecto, los burócratas evaden la justicia como el golpe militar en Argentina.

Me gustó la película Moebius. Pienso que los efectos de sonido, la música y la cinematografía fueron excelentes. Uno no se da cuenta del significado a menos que sepa el contexto histórico de la guerra sucia. El final no es feliz ni triste, porque no sabemos que lo pasa a los personajes. Lo que sabemos es que el suceso pasará otra vez porque los burócratas no hicieron nada para arreglarlo. Creo que Pratt y Mistein desaparecen en la eternidad. La fantasía hace un retrato crítico de la dictadura en Argentina exitosamente. Mosquera usa los símbolos y los paralelos en muchas escenas para criticar el golpe militar por las injusticias. Es posible que a través de una obra de arte algunas personas puedan comprender el mensaje mejor que un mensaje directo. Moebius es una de estas obras.

 

 

Obras citadas

“Historias de las Madres.” Asociación Madres De Plaza De Mayo. Asociación Madres De Plaza De Mayo, n/a. Web. 11 Mar. 2015.

 

“La Guerra Sucia En Argentina.” Reforma: 22. Jul 30 1995. ProQuest. Web. 10 Mar. 2015 .

 

Moebius. Dir. Gustavo Mosquera. Universidad Del Cine, 1996. Internet.

El paralelismo en Moebius por Jillian-Jo Duncan-Taylor

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Por supuesto, la historia de la dictadura en Argentina es una historia muy popular. En síntesis, es una historia donde los “pensadores” o las personas más inteligentes en la sociedad fueron destruidas literalmente y figuradamente. Esto es así porque durante este tiempo el gobierno creía que estas personas amenazaron el sistema de la dictadura y fueron capaces de aportar ideas de libertad y democracia a través de medios como la literatura, el teatro, etc. Esta misma historia es evidente en la película titulada “Moebius”, dirigida por Gustavo Mosquera. A lo largo de la película, el director establece una relación entre un mundo de fantasía y el mundo real como lo conocemos. Lo logra a través de diversas técnicas cinematográficas como ángulos de cámara, y lo más importante, los aspectos del simbolismo y paralelismo. Es muy común al final de las películas que la historia se resuelva en una forma positiva o feliz. Sin embargo, Mosquera se opone a esta convención para mostrar deliberadamente la realidad de la situación, ya que la vida no es siempre positiva o justa, especialmente en relación con el gobierno. Es obvio que estas técnicas crean una relación entre un mundo de fantasía y un mundo real. Como resultado, la película Moebius delinea la realidad de la dictadura de Argentina en el siglo XX a través del uso de las técnicas cinematográficas para demostrar una relación directa entre la ficción y la realidad.

 

 

Primeramente, Mosquera demuestra la relación estrecha entre la fantasía y la realidad en la escena cuando el director general ordenó a un trabajador que moviera el tren y continuara su ruta, aunque la luz en el túnel era claramente roja. El director general del sistema del metro le falta el respeto al trabajador. Evidentemente, el trabajador no quiere ir mientras que la luz sea roja porque existe la posibilidad de un accidente. Sin embargo, el director obliga al trabajador a mover el tren. Esto se logra a través del uso del “ángulo de Dios” cuando la cámara se centra en el director debajo de él con el fin de enfatizar su superioridad visualmente, como mirando a Dios desde una posición inferior. Esto es similar a la realidad de la dictadura en la Argentina en el siglo XX cuando los ciudadanos no podían expresar sus opiniones con libertad. Como resultado, la película Moebius describe la historia de la dictadura de Argentina a través de la utilización muy hábil de técnicas cinematográficas.

 
Por añadidura, Gustavo Mosquera demuestra el secreto de la dictadura de Argentina a través de la película después de que el tren apareció de repente, aunque sin las treinta personas a bordo. Tan pronto como el director general y los funcionarios se dan cuenta de que el tren ha regresado, los funcionarios le dijeron al director que mantuviera la situación en secreto. Esta situación es similar a la de Argentina porque la desaparición de alrededor de treinta mil personas se mantuvo confidencial, y no hubo ninguna preocupación por sus vidas. Por otra parte, el mapa del sistema de metro funciona como un símbolo de la dificultad de hallar información en la sociedad. De la misma manera era difícil para Daniel Pratt encontrar los mapas del metro; igualmente, era difícil para los ciudadanos a acceder a la información del gobierno sobre la vida cotidiana o la formulación de políticas. Por lo tanto, el director muestra una fuerte relación entre la realidad de la dictadura de Argentina y los eventos de fantasía en Moebius.

 
Finalmente, la última escena de la película es la escena más importante en toda la película. Esto es así porque la escena sugiere la idea desafortunada de una malignidad persistente y la ausencia de una sociedad utópica. Nuevamente, el director utiliza la técnica del ángulo de la cámara. Aquí, utiliza el método que enfoca y acentua la preocupación del director general mientras que todo el mundo se da cuenta de que falta otro tren. Después de que la noticia llega a ser evidente, sobreviene el pánico y la idea de Daniel Pratt de la teoría de Moebius es válida a través de su lógica matemática. La idea del sistema de metro infinito en el mundo de fantasía funciona como un símbolo de la eterna negatividad, dictadura y falta de libertad en el mundo real. Esta es una idea general paralela a la realidad en la Argentina durante el siglo XX, sin que dé detalles de la horrible situación que ocurrió, según los libros de la historia. A través de la fantasía en la película, podemos ver el retrato de la dictadura muy claramente. Evidentemente, este tipo de conclusión contradice el final típico de la mayoría de las películas donde la felicidad y la positividad son evidentes. Sin embargo, este tipo de final permite que la realidad de la negatividad exista en la mente del público.

 
En conclusión, el director de la película Moebius describe la historia de dictadura de Argentina en el siglo XX a través de su uso de técnicas cinematográficas, como el ángulo de la cámara, el simbolismo y el paralelismo. El director es muy exitoso en su hábil uso de las técnicas con el fin de construir un paralelo entre la fantasía y la realidad que muestra el tema de la dictadura. Personalmente, en mi opinión, después del análisis de la película, dudo que el final hubiera sido eficaz si el mensaje fuera positivo. Creo que si el mensaje fuera positivo, el final no sería tan efectivo porque la vida no es un cuento de hadas y los problemas políticos no son fáciles de resolver. Sin embargo, es posible que lo negativo pueda ser mostrado a través de un final positivo tal como se ha visto con muchas otras películas.

Fijados en el alma (Ziba Dzhafarova)

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La película Moebius se trata de una historia de ficción que ocurre en el subterráneo de Buenos Aires, Argentina. Sucede algo imposible – un tren desaparece del sistema del metro, pero aunque no se puede verlo, sin embargo hay un sonido como si pasara un tren. Con todo eso lo importante es que no es solo una película de ciencia ficción, sino una reflección sobre los problemas de la sociedad argentina durante los años de la Guerra Sucia, o sea la época de la dictadura militar de los años 1970-1980. Moebius contiene un mensaje importante que, aunque a las autoridades, que persiguen sus objetivos políticos, no les preocupan las vidas de la gente ordinaria, esa gente apesar de todo nunca va a olvidar lo que ha pasado.

Hay varias escenas en esta película que muestran las relaciones con las realidades de la Argentina de la época mencionada. Por ejemplo, la conversación acalorada entre el Director General y el conductor de un tren. Después de que la cabina de señales había informado al Director que habían algunos errores en la circulación de trenes, él vino para resolver este problema. Al mirar al conductor, le preguntó porque no obedecía sus órdenes. El conductor contestó que había peligro de choque con otro tren y la vida de la gente estaba en juego. No obstante, ningún argumento que usaba el maquinista conseguía convencer al Director. Él gritó: ”¡Que relamento ni reglamento! El único que sabe que es lo que se tiene que hacer soy yo. ¡Y Ud. me tiene que hacer caso a mí!” Podemos ver que al Director no le preocupaba la seguridad de la gente, ni los reglamentos. Sólo requería que los subordinados obedecieran sus mandatos, auque a veces fueran absurdos.

Otra escena interesante también está relacionada con la actitud de las autoridades. Se reunieron los jefes y los aseguradores a fin de aclarar el caso. Mientras estaban allí con el Director, el protagonista, Daniel Pratt resolvió el enigma del tren, pero al fin resultó el único que de hecho encontró el dicho tren. Como la historia se basa en una idea de ciencia ficción, el tren existía en la cuarta dimensión y al mismo tiempo apareció en la estación de metro, así que el Director y otros jefes pudieron verlo. Cuando esto sucedió, los jefes ordenaron al Director General que se olvidara de todo esto como si nunca hubiera habido ningún problema. Así fácilmente negaron todas las consecuencias, sin mostrar ni inquietud, ni un sentido de responsabilidad. El director de la película, Gustavo Mosquera, dijo en una entrevista que en Argentina “nadie hará caso. La gente está incorporada a la política pero no comprenden nada.”[1]

Y por fin la tercera escena que hasta cierto grado es una respuesta a la reacción injusta de las autoridades. Desde el principio de su investigación, Daniel Pratt trataba de encontrar a su antiguo profesor, porque era lo más probable que él resolviera el problema. Lo encontró en el mismo tren. A mi esta escena me causó mucha impresión porque Mosquera usa ciertos efectos cinemáticos. Por ejemplo, filma las caras de los personajes en primer plano y a veces vemos lo que está pasando en los ojos de los personajes. Puesto que están moviéndose a la velocidad del pensamiento, Pratt se siente incómodo y lo mismo siente el espectador. De repente la velocidad disminuye y miramos todo en cámara lenta. Vemos la estación, la gente y todo eso iluminado por una luz blanca sobrenatural. En este ambiente los dos tienen una conversación y Pratt dice “no puede ser que todo esto se pierda,” y el profesor responde con “Ni los hombres ni el tiempo desaparecen sin dejar huellas. Quedan fijados en nuestras almas.” Así, aunque las autoridades manden que todo esté despreciado y olvidado, a pesar de todo las víctimas de injusticias serán recordadas por los sobrevivientes. Para siempre hay una conexión de estos dos grupos de gente, lo que en la pélicula es presentado cuando Abril y Pratt se miran fijamente cuando Pratt está pasando por la estación en el tren.

No creo que este género de cine disminuya su valor o lo haga menos comprensible. Es imprescendible que existan tales películas y es cierto que a través de la fantasía se puede hacer un retrato crítico de la dictadura. Las metáforas y alegorías sólo transforman el cine en algo aún más curioso. Esta película en particular ha cumplido este trabajo. Los personajes representan unas imágenes o ideas bastante claras, con un escrupuloso protagonista que sólo quere descubrir la verdad; o con la chica que es la encarnación de la sinceridad y perspicacia. Los respresentantes de la autoridad son indiferentes y se preocupan solamente por su poder, lo que lleva a injusticias en la sociedad.

[1] Moss, Nathaniel. “Ribbon of cinema: Moebius.” Film Comment Nov/Dec 33.6 (1997): 79-80. ProQuest Central

Moebius y los desaparecidos (Jack Hamed)

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Moebius, dirigida por Gustavo Mosquera y escrita por un grupo de estudiantes de la Universidad de Cine en Buenos Aires, es una película sobre la desaparición de un tren subterráneo y el intento de un hombre joven de resolver el misterio del tren 86. Inmediatamente después del lanzamiento de la película en 1996, había muchas observaciones sobre la relación entre algunas escenas en la película y eventos traumáticos en la historia de Argentina. Más específicamente, en la Guerra Sucia, entre diez y treinta mil personas fueron secuestradas y matadas por el gobierno que era operado por una junta militar.[1] Las personas secuestradas son conocidas como “los desaparecidos”. Todavía hoy, muchos de los desaparecidos no han sido encontrados. Fue un momento en la historia de Argentina muy oscuro y violentos. En respuesta, muchas personas expresan su lamento y disgusto con la situación a través de las artes como la pintura, la música, o el cine. Mosquera usa algunos recursos cinematográficos y presenta a los funcionarios del gobierno de una manera que establece una metáfora y una relación entre la desaparición del tren 86 y la desaparición de miles de personas durante la Guerra Sucia en Argentina.

Los recursos cinematográficos usados en Moebius fueron muy experimentales para la época cuando la película fue lanzada. El director, Mosquera, usa música intrigante e iluminación oscura para provocar el suspenso en la audiencia. La película tiene un ambiente antiguo que sugiere que la historia no es en el presente (1996). El suspenso y el ambiente antiguo, en combinación con la trama esotérica, indica que la película tiene algunos mensajes subliminales sobre la historia. Además, el hecho que esta película fue creada por un grupo de estudiantes en un país que ha tenido muchos conflictos políticos hace casi predecible que va a haber transfondo político. En general, los recursos cinematográficos son usados para mejorar el mensaje de la película y hacerla más emocionante.

El director indudablemente establece una relación entre la película y la historia tumultuosa de Argentina cuando él presenta a los funcionarios y su reacción a la desaparición del tren 86. Por ejemplo, en la escena cuando el director del tren, el Señor Blasi, le dice a los funcionarios que el tren ha desaparecido, los hombres sugieren que ellos deben hacer como si nunca hubiera ocurrido. Es horrible que no haya ninguna compasión para las personas perdidas. Está negligencia refleja la negligencia del gobierno sobre “los desaparecidos” durante la Guerra Sucia. El gobierno de Argentina fingió que nada había ocurrido cuando miles de personas desaparecieron. Además, en la escena de la película cuando Daniel Pratt, el hombre que está tratando de resolver el misterio, propone la teoría de Moebius a los funcionarios, ellos la rechazan vehementemente. Los funcionarios pensaron que Daniel estaba loco y la teoría era ridícula. En realidad, la teoría de Daniel Pratt tenía razón al final. En la última escena de la película, el señor Blasi encuentra el tren 86 que ha reaparecido en la estación. Cuando Blasi inspecciona el tren, él encuentra el cuaderno de Daniel Pratt dentro. En este momento, él se da cuenta que Daniel Pratt tenía razón y debería haber escuchado a Pratt. Esta escena también revela que los funcionarios del gobierno habían sido ignorantes e insensibles. El profesor tenía razón cuando le dijo a Pratt, “Vivimos en un mundo donde nadie escucha.” Igual que al gobierno de Argentina durante la Guerra Sucia, a nadie le importan los desaparecidos. Me molesta que “los lideres” sean tan irresponsables en la película y en la historia de Argentina. Estoy de acuerdo con el profesor. Nosotros vivimos en un mundo donde muchos líderes hacen parecer que algunos eventos no ocurren hasta que los eventos se conocen públicamente. Además, a muchos empleados de gobierno no les importan las vidas de sus ciudadanos a menos que estén cerca de una elección. En la película, a los funcionarios va a preocuparles más cuando haya una elección en el futuro cercano.

Creo que la última escena de la película no fue feliz. Aunque el señor Blasi encontró el tren 86, el espectador de la película todavía sabe que el gobierno y los líderes eran negligentes y descuidados. El misterio del tren 86 no habría sido resuelto sin el esfuerzo de Daniel Pratt. Si Daniel Pratt no hubiera investigado la situación, el tren 86 se habría perdido para siempre. Con esta película, el director comunica el mensaje que los gobiernos no quieren preocuparse de algunos problemas a menos que el publico conozca esos problemas. A los gobiernos sólo les importa tan pronto como el público se entere de esos problemas. Siempre y cuando el público no conozca la verdad, el gobierno va a hacer lo que le conviene. Es triste pero es la verdad. En la película y durante la Guerra Sucia, esta verdad sobre el gobierno es muy evidente. Pienso que Moebius es una película muy inteligente y revela mucho sobre la corrupción del gobierno anterior de Argentina.

 

[1] “Guerra Sucia.” Encyclopedia Britannica. 19 Mar. 2014. Web. 12 Mar. 2015. <http://www.britannica.com/EBchecked/topic/165129/Dirty-War>.

 

Moebius: Una Crítica de la Dictadura Argentina por Read Allen

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Durante las décadas 70 y 80, había tensión política en Argentina. Miles de personas desaparecieron misteriosamente, nunca fueron vistas otra vez. El gobierno nuevo, la dictadura de Jorge Rafael Videla, explicó sus motivos como un “Proceso de Reorganización Nacional”. En realidad, el proceso fue el principio de una “Guerra Sucia”. Implementaron tácticas terroristas a fin de crear miedo en la gente de hablar libremente, y eliminar a todas las personas inteligentes, democráticas, y otras personas que estaban en contra del gobierno en general. Debido a la dictadura y la Junta Militar (los militares del régimen de Videla), Argentina se convirtió en una zona de violencia y opresión. En respuesta a la injusticia, Gustavo Mosquera dirigió una película que se llama Moebius en 1996 que usa un sistema de trenes para reflejar el laberinto de mentiras y encubrimientos del gobierno en el régimen que duró desde 1976 hasta 1983. Cuenta la historia de Daniel Pratt, un topólogo que trata de resolver el misterio de un tren que ha desaparecido a otra dimensión. Con aspectos cinematográficos y situaciones entre personajes, Mosquera crea una conexión entre lo que parece una fantasía y los horrores de la época fascista en Argentina.

En la película el director incluye muchos elementos alegóricos a propósito. Establece una relación fuerte entre las escenas en Moebius y acontecimientos en el mundo real durante la dictadura argentina. Una escena primordial, el primer momento cuando la audiencia se da cuenta del mensaje, es durante la conversación entre Pratt, Blasi (el director general del subterráneo), y los burócratas. Ellos están en uno de los trenes discutiendo la desaparición. Los burócratas quieren cubrir la situación porque no hay una explicación obvia. Además, no quieren escuchar la explicación de Pratt porque es algo que no entienden. Los burócratas solo están preocupados por la continuación de los trenes y no tienen ninguna preocupación por los pasajeros del tren 86. Quieren cubrir la situación para que se restablezca el orden. Los burócratas son como la Junta Militar y su Proceso de Reorganización Nacional. El gobierno ignoraba opiniones que eran diferentes para mantener el “orden”. Cuando los burócratas le preguntaron a Blassi cuantas personas estaban en el tren desaparecido, él respondió que eran más o menos treinta personas. Esto es crucial porque en realidad, había mas de 30 mil desaparecidos en Argentina. Entonces, el número treinta tiene significado. Durante la misma escena, apagaron la electricidad y la pantalla se puso roja. Esta es una técnica cinematográfica para representar la sangre y la violencia de la epóca.

Otra escena que demuestra la realidad de Argentina es cuando Pratt está caminando en el tren 86. Los pasajeros son ciegos a lo que está pasando. Ellos han estado desaparecidos durante días y no le han dado cuenta. Esto es simbólico del público de Argentina, que no tiene una voz. Si expresaban sus opiniones, eran secuestrados o matados. Aunque las personas representan los desaparecidos durante la dictadura, al mismo tiempo, representa la inhabilidad de luchar. En el tren, Pratt encuentra al Profesor Mistein conduciendo. Mistein le dice a Pratt que vivimos en un mundo donde nadie escucha. Cuando la gente abra sus ojos, podrán solucionar sus problemas. El profesor es un mecanismo para expresar críticas en contra del gobierno que no quiere escuchar nada a menos que estén de acuerdo con sus propias creencias. En la penúltima escena, ellos han encontrado el tren 86. Los burócratas no necesitan una explicación, simplemente declaran que nada ha pasado. Blasi entra en el tren y encuentra el diario de Pratt. El diario dice que su hipótesis, que el tren estaba viajando en un ciclo infinito, era correcta. Sus oraciones demostraran su frustración de que tuvo la respuesta todo el tiempo y nadie quería escuchar. Esto indica la falta de libertad de expresión durante la dictadura. Sin embargo, nadie tendrá estas libertades hasta que luche por ellas.

No pienso que el final de la película sea feliz porque subraya el reto de tener una voz en una situación donde nadie quiere escuchar. Sin embargo, la película ilustra exitosamente estos desafíos de una manera artística y precisa al mismo tiempo. Aunque se puede usar las escenas como una alegoría de la dictadura de Argentina, también se puede aplicarlas a la vida ahora. Un tema entre las tres escenas es la falta de comunicación y la voluntad de oír opiniones que no nos gustan. Mosquera puede relacionarse con el personaje de Pratt porque ha experimentado situaciones donde nadie quiere escuchar. Por eso, es importante que interpretemos la película de ambas maneras. Tan pronto como podamos oír a otras personas, estableceremos un mundo con más libertades.