De todos los principales países del mundo, India tiene la población más joven y los líderes más antiguos—existe una diferencia de cuatro décadas entre la edad media de las personas de India y la de sus oficiales gubernamentales. Aunque esta diferencia podría parecer inconsecuente, verazmente, es alarmante e importante porque significa que hay una enorme brecha de las maneras de vivir entre los ciudadanos del país y los líderes que toman las decisiones políticas y económicas para estos ciudadanos.
Históricamente, cuando esta brecha ha existido en un país, ha habido revoluciones, manifestaciones y rebeliones. Ejemplos de esto incluyen los “baby boomers” en los Estados Unidos con la lucha para los derechos civiles en los años 60 y la primavera Árabe. En estos ejemplos, los jóvenes trabajaban a “shake up” los sistemas políticos y, acuerdo con este articulo, hay evidencia que los jóvenes de India podría hacer la misma cosa con su país.
Podemos ver los inicios de esta revolución de los jóvenes con las manifestaciones de “India Against Corruption.” Este articulo describe el movimiento:
The India Against Corruption political movement unleashes youth disenchantment against the establishment, using new means of communication like Twitter and Facebook as its fuel.
Este tema me interesa mucho porque demuestra la filosofía que la historia se repite—las maneras de protestar y manifestar son diferentes, pero las metas son muy similares. Por eso, mis preguntas:
1. ¿Qué va a pasar con estos movimientos, si se producen?
2. ¿Pensando en la historia, qué resultados podemos esperar?
3. ¿Pensáis que estas diferencias de la edad siempre va a existir en los países? ¿Es algo que puede cambiar?
Fuente: “Is a Youth Revolution Brewing in India?”, New York Times.
Al considerar la panorama política y sociocultural en India, parece que la realización de una “revolución” de las protestas juveniles puede ser subdivida en dos componentes, perteneciendo a una agenda a corto plazo y a largo plazo. En términos inmediatos, las protestas están presionando a la vieja guardia del gobierno para que sean responsivas a las iniciativas democráticas. Con el modelo de “abajo a arriba,” los jóvenes dependen en un base de apoyo extensivo para legitimizar su movimiento. Específicamente, la utilización de la tecnología moderna permite la diseminación de sus mensajes a las audiencias internacionales, donde hay mucha recepción a la progresividad y la transparencia. La construcción de una frente unificada abrirá las avenidas de dialogo, efectivamente poniendo las operaciones corruptas de “lo establecido” en el candelero. Así, los objetivos provisionales de los jóvenes centran en la acomodación de sus intereses en los asuntos políticos. Subrayando tales etapas inmediatas, la remodelación completa del gobierno, en concordancia con la definición tradicional de revolución, llegará con el traspaso de poderes entre las generaciones. Idealmente, se desplazará las ideologías anacronísticas de las generaciones anteriores – el proteccionismo, el sexismo y la censura del Internet, entre otros – por una plataforma administrada por los jóvenes revolucionarios de hoy.
El impedimento más substancial al cumplimiento de los fines imaginados por el movimiento es una brecha de edad exagerada en el país. La discrepancia tan marcada ha generado una ruptura de ideología entre las generaciones. Si se considera el trasfondo sociopolítico-económico que ocurre en un país durante 40 años, representando la diferencia entre el mediano de edades de la población india y lo de los ministros del gabinete, es claro que los dos demográficos estaban/están sujetos a las circunstancias culturales muy divergentes. Tales experiencias informaron las ideologías intransigentes de cada grupo, dando origen a una desconexión severa en el discurso público. Últimamente, la hegemonía de los demográficos mayores en los políticos perpetúa la regla anticuada, sin la buena voluntad de incorporar las teorías modernizadores.
Una diferencia entre las edades de los jóvenes y los políticos en cualquier país es inevitable. No tiene sentido para los políticos tener la misma edad de los jóvenes; para su trabajo se requiere más experiencia y conocimiento. Es verdad que la edad mediana en India (25 años, según el artículo de Cody) es menos que la del mundo (28 años, según un sitio al fin), pero no por mucho. No pienso que es algo que necesita ser cambiado.
La brecha entre los jóvenes y los líderes de India no necesariamente indica el inicio de una revolución, sino la posibilidad de un movimiento, la cual es definitivamente legítima. Los jóvenes sentirán desilusionados si el gobierno no responde correctamente a las presiones económicas en el futuro. Con tanta de la población tan joven, y con la presencia omnipresente de los redes sociales como Facebook y Twitter, no sería muy difícil comenzar un movimiento. Pienso que los jóvenes tienen el poder de exigir mucho del gobierno. Si no están satisfechos con los resultados que les da el gobierno, pueden protestar muy eficazmente. Como la historia prueba, es posible que los resultados de un movimiento incluyan los derechos nuevos o un régimen político nuevo.
El movimiento actual contra la corrupción en India me intriga mucho. Según el artículo al fin, hay un grupo tratando de crear un nuevo partido político con la meta de eliminar la corrupción en el gobierno. El problema principal es que sólo tiene esta meta. Ahora es un movimiento de este único asunto, pero todavía necesita convertir en un partido con posiciones en muchos temas, de la seguridad nacional hasta la economía. Tendrán muchas dificultades en hacerse un partido político en vez de un movimiento. Estoy preguntándome, sin embargo, si un partido tendría más éxito que un movimiento, y no sé la respuesta.
Fuentes:
http://india.blogs.nytimes.com/2012/08/03/corruptions-reach-in-india-spawns-new-political-party/
http://world.bymap.org/MedianAge.html