Los defectos en la filosofía de la educación de Jaime Escalante en Stand and Deliver y la síntesis de una filosofía alternativa.

Azalie Welsh

En la película Stand and Deliver, Jaime Escalante intenta enseñar cálculo a un grupo de estudiantes desfavorecidos en un barrio principalmente latino de Los Angeles. Al hacerlo, Escalante emprende una tarea abrumadora en su novedad y su aparente imposibilidad. Escalante quiere mejorar la calidad de la vida de sus estudiantes, pero no logra hacerlo por dos razones centrales. Primeramente, Escalante no aborda el problema de una manera global que tome en cuenta la importancia de la ilustración de la sociedad más amplia. Segundo, los métodos de la educación que emplea Escalante bloquean en vez de apoyar el crecimiento personal de sus estudiantes, porque se basan en sistemas de opresión y desigualdad en vez de la libertad individual y el aprendizaje compartido.

Podemos recurrir a varias fuentes en busca de un entendimiento del modelo pedagógico de Escalante. Primero, podemos ver cómo la misma película de Stand and Deliver nos revela las metas educativas, y especialmente la meta socioeconómica, de Escalante en su posición de maestro. Después, introduciremos las teorías de varios filósofos sociales, incluyendo las Michel Foucault y Louis Althusser, para analizar los métodos negativos que emplea Escalante cuando persigue esta meta socioeconómica. Con un entendimiento de los defectos en las metodologías de Escalante, podremos encontrar metas y métodos alternativos que sean más efectivos para mejorar las vidas de los estudiantes. Entonces haremos una síntesis de las ideas de tres filosofías alternativas de la educación—específicamente, las filosofías de Immanuel Kant, Paulo Freire, y Buda y los líderes budistas. Estas tres filosofías comparten la meta alternativa de la ilustración de la sociedad entera, y se enfocan en métodos muy diferentes de los que usa Escalante. A lo largo de nuestra investigación, encontraremos que, según las ideas de Kant, Freire y Buda, existen defectos cruciales en el estilo de educación de Escalante que lo hacen menos capaz de mejorar las vidas de sus estudiantes.

El retrato de Escalante que nos ofrece Stand and Deliver revela dos niveles distintos en sus metas educativas: una intención general y una meta socioeconómica. A nivel general, Escalante tiene lo que podemos llamar una “intención general” para su enseñanza: Escalante quiere mejorar la vida de sus estudiantes. Esta intención general es bastante vaga, pero sumamente positiva, y se manifiesta claramente a través de la película. Al principio de la película, nos damos cuenta de que Escalante dejó un trabajo prestigioso en la industria informática para ser maestro en un colegio de barrio pobre (Menéndez, Stand and Deliver). Aunque él viene a la escuela para enseñar informática, no se desanima cuando descubre que no va a poder enseñar dicha materia. Escalante está igualmente contento enseñando cálculo. Aparte de eso, sus interacciones con la administración del colegio, que son bastante inusuales, demuestran que su interés en impactar a los estudiantes de una manera positiva es su verdadero objetivo final o intención general en su posición como maestro (Menéndez, Stand and Deliver).

Además de esta intención algo inconcreta, Escalante también deja claro que tiene una meta más concreta que él cree que va a resultar en la realización de su intención general. Esta meta más específica es de carácter socioeconómico: Escalante quiere que los estudiantes pasen el examen de AP, vayan a la universidad y obtengan empleos de cuello blanco. Durante la clase, Escalante continuamente se refiere a las carreras que van a tener los estudiantes después del colegio, formulando la idea de una relación de causa-efecto entre su enseñanza y los futuros empleos de sus estudiantes (Menéndez, Stand and Deliver, 15:20, 20:17). Por ejemplo, él dice a la clase: “If all you know how to do is add and subtract, you’ll only be prepared to do one thing: pump gas” (15:04). Esta declaración inevitablemente lleva a la conclusión de que Escalante cree que, al enseñar cálculo a los estudiantes, está preparándolos para conseguir trabajos más apreciados por la sociedad. De esta manera, Escalante da la impresión de estar entrenando a los estudiantes directamente para convertirse en profesionales (lo que Escalante llama “the system which they’re finally qualified to be part of”) y escapar de los trabajos de baja categoría (Menéndez, Stand and Deliver).

Aunque la intención general de Escalante es bastante positiva, su meta socioeconómica es equivocada y promueve métodos negativos, basados en sistemas de opresión y desigualdad. La aplicación, además de las consecuencias, de estos mismos métodos negativos que usa Escalante ha sido descrita por varios filósofos bien conocidos.

La opresión de los estudiantes en la clase de cálculo consiste en varias tácticas usadas por Escalante. Un mecanismo clásico de la opresión que usa Escalante es la vigilancia jerárquica tal como la describe Michel Foucault (107). Escalante no sólo es un instructor estricto, sino que también recluta a todos los estudiantes para ser parte de una estricta y ubicua jerarquía de vigilancia grupal. Mucha de esta vigilancia grupal estriba en la humillación, como vemos cuando Escalante manda que Lupe se siente en una silla en frente de la clase para que los compañeros de la clase puedan mirarla críticamente por no tomar la prueba o completar su tarea (Menéndez, Stand and Deliver). Otro ejemplo de la vigilancia jerárquica es que no es sólo Escalante quien amonesta a los estudiantes por llegar tarde a clase; eventualmente todos los estudiantes juntos aprenden a corear “Late! Late!” cuando alguien llega tarde (Menéndez, Stand and Deliver). Esta vigilancia jerárquica entre los estudiantes refuerza el poder de la vigilancia de Escalante mismo, y al mismo tiempo elimina el poder de los estudiantes de pensar independientemente. La inhabilidad de los estudiantes de actuar libremente se muestra en sus reacciones al “contrato” que les ofrece Escalante cuando él quiere que ellos dediquen muchas horas extra a la clase en preparación para el examen de AP. Los estudiantes inicialmente reaccionan con disgusto, pero al final todos firman el contrato porque sienten la presión grupal que ha incitado la vigilancia jerárquica entre ellos. Tito incluso le dice a Escalante: “You love scaring us into doing stuff,” pero, como sus compañeros, él también firma el contrato, aparentemente contra sus propios deseos (Menéndez, Stand and Deliver). Su resistencia contra los deseos de Escalante es fútil porque la vigilancia es poderosa.

Otra estrategia muy visible en la clase de Escalante es el examen, que en este caso se manifiesta como una serie de exámenes literales a los cuales Escalante liga la autoestima de los estudiantes (Foucault 114). Escalante consistentemente rebaja a los estudiantes cuando no cumplen sus expectativas académicas, y actúa como si la nota que sacan en el examen de AP fuera a determinar su futuro. Además, al usar lo que Kant llama “reglamentos y fórmulas,” para enseñar cálculo, Escalante destruye todavía más la posibilidad que tienen los estudiantes de aprender a pensar libremente (Kant 1). El resultado de este tipo de enseñanza se ve cuando todos los estudiantes cometen los mismos errores en el examen de AP, demostrando que no están pensando por sí mismos (Menéndez, Stand and Deliver).

Además de su opresión de los estudiantes, Escalante también establece una orden de desigualdad entre sí mismo y los estudiantes. Siempre se comporta con una actitud de superioridad ante ellos, como nota Angel cuando le dice a Escalante, “You never listen, man! You never listen to nobody! ¡Te crees el más chingón!” (Menéndez, Stand and Deliver). Está claro que él no está aprendiendo de sus estudiantes porque siempre se burla de ellos e imita sus modos de hablar y actuar. Esta falta de respeto condescendiente revela el sentido de superioridad que tiene Escalante, siempre actuando como si su comprensión de las matemáticas y de la vida fuera más válida que la de sus estudiantes. En este respecto, Escalante encaja exactamente en la descripción que ofrece el educador Paulo Freire de un maestro “bancario,” es decir un maestro que oprime en vez de liberar a sus estudiantes. Freire detalla cómo el educador bancario “se mantiene en posiciones fijas” en las cuales “será siempre el que sabe, en tanto los educandos serán siempre los que no saben,” y entonces este educador opresivo impide el aprendizaje personal de los estudiantes (Freire 52). Del mismo modo, Escalante siempre asume el rol de uno que “lo sabe todo,” como dice Angel, y está en la clase para conferir esa sabiduría a los estudiantes “que no saben” tanto como él (Menéndez, Stand and Deliver). La desigualdad es inherente al rol que asume Escalante.

Podemos ver otro ejemplo de la estructura de desigualdad que instaura Escalante en la forma en que él influye en las autopercepciones de los estudiantes. Esta autopercepción de la identidad, formada por fuerzas exteriores como la educación, es lo que el filósofo Louis Althusser llama la “interpelación,” y otra vez, nos revela que Escalante bloquea el crecimiento de los estudiantes (Althusser 26). El nombre de una persona, si creemos las ideas de Althusser, es un aspecto básico de su interpelación. Escalante quita parte de la identidad de los estudiantes cuando se niega a llamarlos por sus nombres preferidos, como cuando él siempre dice “Johnny” en vez de “Tito” o “García” en vez de “Frank” (Menéndez, Stand and Deliver). Esto señala una falta de respeto porque Escalante muestra a los estudiantes que no merecen la dignidad de escoger su identidad y ser identificados por otros como ellos quieren.

Aparte de esa manipulación de la interpelación con los nombres, hay varios momentos a lo largo de la película en los que Escalante obviamente refuerza la interpelación de los roles de género desiguales con comentarios o acciones ofensivamente inapropiados (Menéndez, Stand and Deliver, 9:25, 13:22, 21:55). Un ejemplo especialmente impactante es cuando Escalante bromea sobre la vida amorosa de Claudia, una de los estudiantes, en frente de la clase entera. Comprensiblemente ofendida, ella se marcha de la clase llorando y denunciando los comentarios de Escalante (47:42). En vez de escucharla y aprender del punto de vista de Claudia después de este incidente, Escalante sólo la escucha brevemente, la abraza, y continúa con su misma manera de comportarse. Otra vez, Escalante sólo interpela a los estudiantes en vez de tomar parte en un intercambio de sabiduría entre personas que se respetan mutualmente.

A la luz de este entendimiento de los defectos en las metas y los métodos educativos de Escalante, podemos preguntar si existe otra filosofía más adecuada para lograr mejorar las vidas de los estudiantes. Para abordar los defectos en la filosofía de Escalante, está claro que requerimos una filosofía que se centre en una meta más amplia que la meta socioeconómica de Escalante. Probablemente, una filosofía con una meta más amplia pueda realmente producir un impacto positivo. Recurriendo a las teorías de Immanuel Kant, Paulo Freire y Buda, encontramos una meta con precisamente este tipo de amplitud. Según las ideas de estas tres fuentes teóricas, la educación debe incluir la creación de una sociedad ilustrada como una de sus metas centrales. Aquí, definimos “la ilustración” como una transformación esencial de las mentes de las personas que las libera de ser sometidas a patrones sociales opresivos. Estos tres filósofos proponen que enfocarse en esta ilustración social sería una manera más eficaz de mejorar las vidas de los estudiantes, es decir, realizar la intención general de Escalante.

La filosofía de la educación que resulta de la combinación de las filosofías de Kant, Freire y Buda también nos puede sugerir dos métodos centrales del proceso de cumplir la meta de mejorar la vida de los estudiantes mediante una ilustración social. Esta filosofía sintetizada propone que, primero, es importante asegurar que los estudiantes tengan libertad intelectual absoluta. Segundo, es igualmente crucial crear un proceso de aprendizaje compartido, en que el maestro aprenda junto con los estudiantes. La filosofía de Kant-Freire-Buda afirma que sin estos dos métodos básicos, sería imposible usar la educación para transformar la sociedad de una manera positiva.

Primero examinamos la idea de la libertad intelectual tal como aparece en las tres teorías que forman nuestra filosofía alternativa. Kant mantiene que la “libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio” es el requisito más importante para un sistema de educación que procura ilustrar los educados (Kant 1). Según Kant, el obstáculo principal a esta ilustración es que las figuras de autoridad no estimulan este tipo de razonamiento analítico: “Oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe!” (Kant 1). Escalante sigue esta tradición directamente, efectivamente diciendo a sus estudiantes, “¡No razones, estudien el cálculo!” cada vez que él se burla de ellos cuando intentan desobedecerle. Al tomar esta posición con sus estudiantes, entonces, Escalante pierde la oportunidad de ayudarlos a aprender individualmente y empezar a tomar acciones para mejorar sus propias vidas.

Similarmente, en los textos religiosos del budismo, Buda enfatiza la importancia de pensar por sí mismo en vez de experimentar un aprendizaje falso empujado por los convencimientos de un maestro. Buda aconseja: “Be not led by the authority of religious texts…nor by the idea; ‘this is our teacher’. But…when you know for youselves that certain things are unwholesome and wrong, and bad, then give them up…And when you know for youselves that certain things are wholesome and good, then accept them and follow them.” (Buda 65). Los estudiantes no deben estar obedeciendo a Escalante antes de decidir por sí mismos si lo que él demanda es el mejor proceder. Entonces está claro que hay concordancia entre las teorías de Kant y de Buda, y que las prácticas de Escalante no coinciden con ellas.

Además de la libertad intelectual, el aprendizaje compartido es otro componente clave de la filosofía educativa de Kant-Freire-Buda. Según Freire, en el sistema de educación perfecto “el educador ya no es sólo el que educa sino aquel que, en tanto educa, es educado a través del diálogo con el educando, quien, al ser educado, también educa. Así, ambos se transforman en sujetos del proceso en que crecen juntos” (Freire 61). “Crecer juntos” es básicamente lo opuesto de lo que pasa en la clase de Escalante. El aprendizaje compartido es un elemento que falta completamente del modelo unilateral del aprendizaje que emplea Escalante, como discutimos antes con respecto a su actitud de superioridad y su rechazo continuo de la oportunidad de aprender de sus estudiantes.

El otro aspecto fundamental del aprendizaje compartido, según la filosofía budista, es que el educador tiene que cuidarse por sí mismo porque sabe que él es parte igualmente importante de la comunidad como cualquier otro estudiante.Thich Nhat Hanh, un líder budista contemporáneo, dice que “In order to build a community, you have to build yourself at the same time. The community is in you and you are in the community. You interpenetrate each other…It is by taking good care of your breath, of your body, of your feelings, that you can build a good community” (Hanh 2). Escalante, por el contrario, aparentemente no da ninguna importancia a su propio bienestar, y de ahí al bienestar de la comunidad de la cual él forma una parte integral. Escalante desatiende de su familia y, además, cuando él sufre un ataque cardiaco, insiste en regresar a la escuela inmediatamente aunque no es una decisión prudente para su salud. Estas acciones van en contra del concepto del aprendizaje compartido que plantean los líderes budistas.

Aunque Escalante asume su posición de maestro con intenciones buenas, su enfoque en una meta socioeconómica y su empleo de sistemas de opresión y desigualdad disminuyen la eficacia de sus esfuerzos. Analizada desde la perspectiva alternativa de una filosofía que se basa en la importancia de la ilustración social, está claro que la metodología educativa de Escalante podría beneficiarse de una meta más amplia y de métodos basados en la libertad intelectual de los estudiantes y un sentido de igualdad y aprendizaje mutuo entre Escalante y los estudiantes. Este tipo de estrategia educativa tiene el potencial de mejorar las vidas de los estudiantes directamente, y también de transformar la sociedad de manera fundamental, para que la vivencia de todos los seres humanos sea más libre en este mundo que compartimos.

Obras citadas

Althusser, Louis. Ideología y aparatos ideológicos de estado. Buenos Aires: Nueva Visión, 1969. Impreso.

Buda. “Kalama Sutta: To the Kalamas”. Trad. Thanissaro Bhikkhu. Access to Insight. 2 Dec. 2013. Web. 3 Dec. 2013.

Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. New York: Penguin Books, 1996. Impresa.

Kant, Immanuel. “¿Qué es la ilustración?” Filosofía de la Historia. Buenos Aires: Ed. Nova, n.d. Impreso.

Hanh, Thich Nhat. “Love and Liberation: An Interview with Thich Nhat Hanh.” Shambhala Sun. Melvin McLeod. Jul. 2010:44. Impresa.

Stand and Deliver. Dir. Ramón Menéndez. Amazon.com. Película en línea. 2 Dec. 2013.

 

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