El Laberinto del fauno: “Los ojos que lo ven todo.”

por Bea Eppler

En El Laberinto del fauno, el director Guillermo del Toro estableció una relación entre el mundo mágico y el mundo real, donde el primero reflejaba todos los sucesos del segundo. Algunas personas piensan que la imaginación de Ofelia representa una manera de escaparse de las realidades de la España de la época. No estoy de acuerdo. Pienso que, en la película, la imaginación es un reflejo de los sucesos en el mundo real. En El laberinto del fauno hay tres escenas donde Guillermo del Toro establece relaciones entre los dos mundos. La primera escena es el encuentro inicial de Ofelia con el fauno, cuando éste le da tres tareas para completar. En esta escena, el fauno representa un dictador que lo controla todo y da órdenes a sus súbditos. En otra escena, hay una imagen de la estatua del laberinto. El laberinto tiene ojos abiertos que vigilan a todos. En esta escena, el laberinto representa una dictadura y un dictador que, mediante su mirada, controlan a los demás. La tercera escena, que también es la final, es cuando los republicanos triunfan sobre los fascistas. En el mundo mágico, la victoria de los republicanos se refleja en la vida de Ofelia cuando Ofelia encuentra a su padre real y cuando se convierte en princesa otra vez. A lo largo de la película, el capitán representa a más de un dictador y Ofelia siente que no puede escapar de la vida real. El mundo mágico de Ofelia empieza a tomar forma a partir de los hechos de la realidad brutal de España.

Al principio de la película, como ya se ha mencionado, Ofelia encuentra al fauno que le da tres tareas. Ofelia se convertirá en Princesa Moanna tan pronto como ella las complete. La primera tarea consiste en encontrar y recuperar la llave de la rana subterránea. La segunda tarea es recuperar una daga de oro de un monstruo subterráneo. Ella emprende el camino al mundo subterráneo donde encuentra al monstruo que tiene dos ojos en las manos. Hay una conexión entre los ojos en las manos del monstruo y los ojos del capitán que los miran a todos. Ofelia decide cumplir las tareas del fauno aunque piense que son muy difíciles. La tercera tarea es poner la mandrágora en un tazón de leche debajo de la cama de su madre, Carmen. Así, la tercera tarea consiste en ayudar a su madre. En la película, Ofelia y su madre tienen una relación llena de cariño y tranquilidad. A medida que se desarrolla la acción, su madre se pone más enferma cada día. Carmen está embarazada, pero tiene mala salud. Hay un paralelo entre la salud de la madre y la dictadura de la nación. A medida que el capitán gana más control como dictador y asume el control como fascista, el estado de salud de Carmen se deteriora. Ofelia intenta ayudar a su madre, pero el capitán le da un susto cuando entra en el cuarto de Carmen. La intervención del capitán y su interrupción de las tareas representa la brutalidad creciente en el mundo real.

En una de las primeras escenas de El Laberinto del fauno donde Guillermo del Toro establece relaciones entre los dos mundos, aparece una imagen del laberinto en la pantalla. Cuando Ofelia se encuentra cerca del laberinto, se da cuenta de sus ojos. Ofelia mira fijamente a los ojos del laberinto hasta que el capitán la mira con suspicacia. Ella tiene curiosidad por el laberinto y por los ojos del laberinto. Ella planea volver al laberinto. Al capitán no le gusta la curiosidad que Ofelia tiene por el mundo. Cuando Ofelia vuelve al laberinto, se da cuenta de que los ojos del laberinto hacen un paralelo con el mundo real. A medida que se desarrolla la acción, Ofelia no puede completar cualquiera de las tareas porque el capitán lo vigila todo.

Está claro que hay una conexión entre los ojos del laberinto y el capitán como dictador. Ofelia sabe que el capitán no es un buen hombre para su madre, pero sola, ella no puede hacerle frente.

Eventualmente, algunos personajes comienzan a resistir la tiranía del capitán. Mercedes es capaz de escapar del control del capitán tan pronto como su hermano llega con sus soldados republicanos. Ya que Ofelia pudo escapar junto con Mercedes, también se salvó. La escena final cuando los republicanos triunfan sobre los fascistas simboliza un cambio en el orden de las cosas. En el mundo real, la victoria representa el final de la época del fascismo y la dictadura. En el mundo mágico, la victoria representa la victoria en la vida de Ofelia. La ejecución del capitán marca un cambio en la vida de Ofelia. En mi opinión, el final de la película es un final feliz. Al final, Ofelia se hace Princesa Moanna y se reúne con su padre, quien es el rey en el mundo mágico. Pienso que a través de la fantasía los espectadores pueden hacer un retrato crítico de la dictadura. Creo que la dictadura se representada mediante los ojos abiertos que lo miran todo. Como un reflejo de la conexión entre los dos mundos, al final los dos se fusionan.

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